Tuesday, April 17, 2007

 

89 - ¡Ánimo Gabriela!



De un suceso real:








La maratón femenina en la Olimpiada de los Ángeles fue ganada por la norteamericana Joan Benoit, pero muchos la recuerdan por la patética llegada de la suiza Gabriela Anderson.

Cuando Joan Benoit apareció en el Memorial Coliseum, el estadio vibró: todos los ojos se posaron en la menuda figura de la mujer que estaba a unos metros de conseguir una medalla de oro olímpico. Joan cruzó la meta agitando su gorrita con la mano izquierda, después de recorrer en 2 horas, 22 minutos y 43 segundos, los 42 kilómetros y 195 metros de la carrera. Aún tuvo fuerzas para dar una vuelta completa al estadio a buen paso y muy alegre, para recibir los aplausos de sus compatriotas norteamericanos que compartían su triunfo.

Veintisiete minutos después la puerta del estadio dejó paso a Gabriela Anderson. Era la imagen patética del desfondamiento, de la extenuación. Los gritos del público, que habían sido de júbilo al recibir a Joan, se tornaron en voces de aliento: “¡Ánimo Gabriela!”. Seiscientos metros le separaban del final, no podía desvanecerse antes de cruzar la línea de meta: terminar una maratón es un honor.

“¡Ánimo Gabriela!”. La corredora suiza ya no corría: andaba de manera incierta, dando tumbos, con gran sufrimiento.

Los jueces se situaron a su lado, alentándola. Los quince metros finales encogieron el corazón de los espectadores. Gabriela los recorrerá finalmente a trompicones, a punto de caerse; se ponía y se quitaba la gorra sin tener conciencia de por qué lo hacía.

El público se olvidó de la medalla de oro de Joan Benoit, del segundo puesto de la noruega Grete Waitz y de la medalla de bronce ganada por la portuguesa Rosa Mota. Todos avanzaban con Gabriela y con ella todos cruzaron la meta. El nudo en la garganta se deshizo y los corazones se recuperaron: “¡Gabriela había conseguido llegar!” Un aplauso atronador resonó en el estadio. Pocos instantes después Gabriela cayó al suelo desvanecida. Una ambulancia la trasladó al hospital más cercano.











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