Tuesday, May 15, 2007
115 - Lo que le pasaba era que no sabía calcular
Pedro Casciaro en su libro de recuerdos “Soñad y os quedaréis cortos”, p. 148 cuenta una anécdota de San Josemaría en Burgos, durante la guerra civil española:
Día tras día, fui comprobando cómo tenía constantes detalles de cariño con unos y otros, y hablaba bien de todos.
Día tras día, fui comprobando cómo tenía constantes detalles de cariño con unos y otros, y hablaba bien de todos.
Recuerdo una anécdota muy significativa: una vez había invitado a desayunar a un chico, y tomamos chocolate con churros. Cuando se fue, comentamos al Padre que su invitado había demostrado verdaderamente tener buen apetito: se había ido zampando, una tras otra, varias tazas de chocolate y varias raciones de churros.
El Padre lo disculpó, como siempre, con caridad y buen humor: nos dijo que lo que le pasaba es que no sabía calcular: se le acababan los churros cuando todavía le quedaba chocolate y se le acababa el chocolate cuando todavía le quedaban churros ...
Este comentario es un elocuente botón de muestra de la finura de su caridad: sabía dar siempre un sesgo simpático a cualquier comentario que pudiera ser crítico, o parecerlo; aunque fuera de broma o sobre algo intranscendente, como en este caso.