Saturday, August 11, 2007
187 - No podemos concentrarnos
Vincent Cronin en su biografía íntima de Napoleón Bonaparte, p. 211 explica cómo Napoleón comía deprisa y moderadamente (hacia 1799-1800).
Solía decir: “Para comer deprisa, hágalo conmigo. Para comer bien, visite al segundo cónsul (Cambacérès), y para comer mal, al tercero (Lebrun)”.
Los parisienses bromeaban acerca de la sencilla mesa de Napoleón, y la comparaban con la de Cambacérès.
El segundo cónsul ofrecía cenas que duraban dos horas, y en las cuales se servía paté con trufas, soufflé de vainilla y perdices horneadas de un lado, y asadas del otro.
Eran episodios serios para los gourmets, y por lo tanto los comensales mantenían silencio.
Solía decir: “Para comer deprisa, hágalo conmigo. Para comer bien, visite al segundo cónsul (Cambacérès), y para comer mal, al tercero (Lebrun)”.
Los parisienses bromeaban acerca de la sencilla mesa de Napoleón, y la comparaban con la de Cambacérès.
El segundo cónsul ofrecía cenas que duraban dos horas, y en las cuales se servía paté con trufas, soufflé de vainilla y perdices horneadas de un lado, y asadas del otro.
Eran episodios serios para los gourmets, y por lo tanto los comensales mantenían silencio.
Cierto día un invitado se distrajo de tal modo que inició una conversación:
-¡Ssh! –dijo Cambacérès con gesto severo, mientras se servía más paté-, no podemos concentrarnos.