Tuesday, August 21, 2007
197 - ¿Pero no somos amigos ya?
Ángel Mª García Dorronsoro escribe en “Tiempo para creer”, pp. 71-72, una anécdota que le sucedió:
Recuerdo una anécdota que se podría quizá titular “De cómo otra vez un niño me dio una lección” o, si queréis, “De cómo recuperé un amigo en un instante”.
Era al anochecer; iba yo de camino por una calle que se llama la calle Nueva y me encontré con unos amigos que iban con sus hijos. A uno de ellos yo le había bautizado hacía unos ocho años y no le había vuelto a ver porque había trasladado a otra ciudad mi domicilio. Me encontré con ellos por sorpresa y me dijeron los padres:
-Este chico es el que tú bautizaste.
Entonces yo le dije:
-¡Venga un abrazo ..!
Y el chico me dio una abrazo fuerte, potente, de estos que dan los niños que tienen gran corazón. Yo me quedé mirándole y le dije:
-Bueno, yo te bauticé, yo tengo sobre ti cierta responsabilidad...
Esto es difícil de contar, porque, claro, tendría que estar aquí el niño. Es una de esas escenas que uno lamenta no haber tenido alguien cerca para que la hubiera podido filmar, porque lo conmovedor fue la expresión del chiquillo.
Le dije yo:
-Yo te bauticé, yo tengo sobre ti cierta responsabilidad; tendremos que ser muy amigos ...
Y el chico puso una cara de decepción y me dijo:
-¿Pero no somos amigos ya?
Después he dado vueltas a esta respuesta del chico.