Wednesday, April 30, 2008

 

257 - La libertad es un misterio

Víctor Frankl pasó varios años en campos de concentración y sacó la conclusión de que la libertad no se pierde nunca. En su libro “El hombre en busca de sentido”, pp. 69 y 87, reflexiona sobre lo que es el hombre y sobre cómo siempre hacemos las cosas porque queremos:



“Visto desde un cierto ángulo, las reacciones mentales de los internados en un campo de concentración deben parecernos la simple expresión de determinadas condiciones físicas y sociológicas. Aún cuando condiciones tales como la falta de sueño, la alimentación insuficiente y las diversas tensiones mentales pueden llevar a creer que los reclusos se veían obligados a reaccionar de cierto modo, en una análisis último se hace patente que el tipo de persona en que se convertía un prisionero era el resultado de una decisión íntima y no únicamente producto de la influencia del campo.

Fundamentalmente, pues, cualquier hombre podía, incluso bajo tales circunstancias, decidir lo que sería de él -mental y espiritualmente-, pues aún en un campo de concentración puede conservarse su dignidad humana.

Dostoyevski dijo en una ocasión: “Sólo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos” y estas palabras retornaban una y otra vez a mi mente cuando conocí a aquellos mártires cuya conducta en el campo, cuyo sufrimiento y muerte, testimoniaban el hecho de que la libertad íntima nunca se pierde. Puede decirse que fueron dignos de sus sufrimientos y la forma en que los soportaron fue un logro interior genuino. Es esta libertad espiritual, que no se puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido y propósito”.

“La vida en un campo de concentración abría de par en par el alma humana y sacaba a la luz sus abismos. ¿Puede sorprender que en estas profundidades encontremos, una vez más, únicamente cualidades humanas que, en su naturaleza más íntima, eran una mezcla del bien y del mal? La escisión que separa el bien y el mal, que atraviesa imaginariamente a todo ser humano, alcanza a las profundidades más hondas y se hizo manifiesta en el fondo del abismo que se abrió en los campos de concentración.

Nosotros hemos tenido la oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que ninguna generación.

-¿Qué es, en realidad, el hombre?

-Es el ser que siempre decide lo que es.

-Es el ser que ha inventado las cámaras de gas, pero asimismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme musitando una oración”.








Comments: Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?